TRUEQUE GENITAL: OVARIOS/
OVARIAS/MUJERES/MUJEROS
Resulta un tema de controversial
resonancia en el rincón de lo humano. Ya en la Biblia por el libro de Corintios
se dijo que los transgéneros, lesbianas, homosexuales y demás extrañezas no
heredarán el reino de los cielos, tomando en cuenta el aval del génesis: creced
y multiplicaos. En varias periferias de América ya se les ha concedido velo
nupcial y la moda llegó a Maturín Estado Monagas (VEN) gracias al asediado
doctor Alejando González quien ya ha realizado varias operaciones de " Reasignación Genital". ¿Qué le
parece? ¿Quiere consultarse? Bueno, es su problema. De acuerdo con la alianza
LAMBDA ya es normal realizar adecuaciones corporales que van desde la
extirpación de glándulas mamarias hasta la prótesis fálica en las pibas
inconformes. ¡Rodilla en tierra, mujeros!
La Ley Orgánica del Registro Civil
establece (Artículo: 146) que toda persona puede cambiar su nombre una vez
cuando éste se considere infamante. (Sinfososas y Sinforosos).
Sin embargo no establece cambio de género
sexual en la documentación de identidad.
Hay quienes consideran éste controversial
gusto un asunto ligado a traumas y
abusos relativos a la niñez, otros postulan que se trata de una severa
desviación en el sentido de identidad. Según, son 6 países latinoamericanos que
reconocen la unión entre parejas del mismo sexo. Hay gremios al respecto que
sostienen su dios invertido para justificarse (Nuevos Gentiles- Caracas).
Es cierto que todos tenemos familia.
Pero, ¿Qué les parece hablarles a sus chavales a temprana edad sobre su sentido
de género? sin esperar que lleguen a secundaria con profesores invertidos y
compañeros de tras puertas tocándoles la oreja. Culmino con una breve
historieta:
Juan siente
inclinaciones. Juan se deja tocar la mano con el director del liceo. Luego Juan
le acaricia el brazo. Una tarde, el director lo invita a su casa y lo colma de
atenciones. Juan nunca fue reprobado. Tiempo después, el director se llevaba a
juan de viaje a las islas Caimanes, Martinica y Aruba. Los chavales le
preguntaban: ¿De dónde sacaste dinero para esos zapatos finos y las cadenas de
oro, Juan?
Pasaron los años.
La noche en que Juan se casó con una dama, un grupo de jodedores le mandaron a
la fiesta el centenar de locas con las que jugueteó años atrás.
-Papá ¿quiénes
son ellos? -Preguntó el hijo a Juan-. Se ven raros. ¿Verdad? Mira cómo te
sonríen. ¿Por qué, papá? ¿Los conoces?
-No sé quiénes
son, hijo. Gentes locas. Voltea y no hagas caso.
Ante tales
principios y aficiones queda preguntarnos: ¿Quién mete la pata? ¿Mujeras y
mujeros?
Años después el hijo de Juan murió de
sida. ¿Quién lo influenció? Imagínese no más. Menudo paradigma con esas
aureolas machorras que ante desviados dicen con orgullo: ¡yo me lo coooj... pa'
que sea hombre pues!
Editor: José A. Morales