CONVERSACION IMPOSIBLE ENTRE
HITLER Y FREUD
Imaginemos
una conversación imposible entre el señor Adolfo Hitler y el doctor Freud:
-Siéntate
en el diván Adolfo.-
-
Freud suspiró y le preguntó: Adolfo, ¿sabes lo que es la reactancia?-
El führer negó con la cabeza. Y Freud le
explicó que era hacer lo contrario a lo que te piden para crearte la ilusión de
que tienes el control.
-Ahora,
Adolfo, practiquemos una simple asociación de ideas.
-Me
vas a decir todo lo que se te venga a la mente al escuchar la palabra “copa”.-
-Adolfo
responde: cristal, champaña, personas, noche, cena, vino, botella, sacacorchos,
borracheras, vergüenza, burlas, descontrol, fuerza….
-Ya…para
ahí.- ¿Por qué me callas así judío? Adolfo se molestó.
-Me
imaginaba tus respuestas.- Prosigue mr. Freud.
Te recuerdo que el psicoanálisis
llega a lo profundo de tu inconsciente donde se albergan tus traumas infantiles
y no es secreto para mí, que tu padre era un alcohólico. ¿Me equivoco Adolfo?
-Hitler
se limitó a asentir una vez.- Cuidado con lo que dices, doctorcito, tengo poder para......
-Sé
que hiciste un desplazamiento, transfiriendo tu rabia y odio a otras sendas
insospechadas, lo que digo, es que tú no odias el alcohol-. El fondo de tu odio
al alcohol es que las borracheras de tu padre te trajeron infelicidad y
vergüenza y pa` colmo de males seguiste desplazando tu odio al conjunto de
judíos como raza.
-
Hitler, lo mira con picardía y le pidió seguir hablando mientras caminaba a la
puerta.
-Como
te digo, sé que tu padre pudo ser el hijo bastardo de un judío, y sé que tú no
eres ario puro, como también sé que tu primer gran amor te dejó por un judío y
armaste un escándalo en su boda. Así que desplazaste tu aversión contra el
padre que sí puedes odiar, porque odiar a tu padre biológico es mal visto por
la sociedad y nosotros estamos pagando tus traumas infantiles. De verdad que
eres una vergüenza.
-Adolfo
se despidió diciendo: Tienes treinta y seis horas para salir del país, Sigmund.