Por: José A. Morales
DE LA
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA HASTA LA MALDICIÓN CHAVEZ
Revisando el diario de la
guerra civil española me encuentro esto: el presidente de la república, Manuel
Azaña, encarga la formación del nuevo ejecutivo a Francisco Largo Caballero,
líder socialista preside el nuevo ejecutivo. Décadas posteriores, Nicolás
Maduro, sucedáneo de Hugo, designó poderes supremos en uno de sus fichajes
militaristas. (Padrino Lopez)
En la guerra, Franco dijo:
el gobierno español no tiene derecho a disponer del oro depositado en el banco
de españa ya que su sola presencia en el extranjero estimula ofertas
clandestinas y el canje por armas. Aquí, la maldición chavez, sacó la reserva
de oro hacia Cuba y nadie dijo nada, tratándose del aval de éste Bolívar
circulante cuya valía actual menos que polvo de tumba. ¿Desembarco de
machurucuto? ¿De qué valió tanta guerra armada para terminar con el estomago
pegado al espinazo?
Franco, también creó el Instituto
de Reforma Agraria, interviniendo fincas con censos amañados. La maldición
chavez expropió fincas productivas, empresas y propiedades cuya utilidad en
manos del estado rojo resultó devastadora. Digamos, por ejemplo, la resolución
19.855 que pretende de manera coercitiva obligar a labores campesinas con ayuda
del estamento militar quieren pedir prestados empleados al sector público y
privado para llevarselos al monte, según a producir la bonanza que ya
liquidaron en divisas y confiscaciones. ¡Que siga la fiesta!
La guardia pretoriana
Franquista asesinó al poeta Federico García Lorca, según ocurrió
en Granada, puesto que allí se afincó a escribir sobre las torturas criminales
de aquella peste militar. ¿Qué hacemos con este poeta marica? se preguntaron
los gendarmes. De igual forma, el chavismo con su parafernalia reductora ultimó
a poetas actuales cuando los hizo ficha del proceso, lamentable caso el de Gustavo
Pereira quien ha cifrado buenas líneas, hoy se encuentra rodilla en
tierra con la maldición chavez, en esa muerte indirecta para un ser que se
supone cultiva la irreverencia espiritual.
Negra leche del
hambre, la muerte viene de chavez y sus secuáces, discurso mortífero engullendo
muchachos al basurero disputando entre zamuros el trozo de pan. El hambre viene
de chavez, negra leche vergonzosa, glosando a Paul Celan y sin guerra
económica. El retroceso es chavez, representante ignominioso. ¡Cagaleches!