¿LIDERAZGO PERVERTIDO? O, ¿GANAR GANAR?
EL LÍDER PERVERSO SIEMBRA ILUSIONES, NUNCA ESTÁ DE ACUERDO EN SERVIR A LOS NIVELES MÁS BAJOS, Y JAMÁS SE DIRIGE HACIA LA INTELIGENCIA PORQUE ES MÁS FÁCIL ENGANCHAR EMOCIONALMENTE A LAS OVEJAS CON FALSOS SENTIMIENTOS UTILITARIOS.
Harry El Sucio
Es aquel que no le conviene crear un ambiente propicio con el fin de permitirles a sus seguidores emplear el máximo de sus capacidades, para facultar a la organización en sostenerse por sí sola, aunque su estructura asociativa sea de envergadura colosal. Harry el sucio, vive anclado a un conservadurismo trasnochado, incapaz de escuchar una simple opinión como parte del todo, sino, como un férreo enemigo al que se debe liquidar. Su visión sistémica es corta, porque está empecinado en controlar hasta lo que se dice.
Harry, vive convencido que solo puede vincularse con sus zelotes a través de emociones y sentimientos utilitarios, mayormente manipulables, que solo resuelven las debacles momentáneamente porque su camino es ideal. Él, sabe que las negociaciones bilaterales son maravillosas para que sus timoratos concedan sumisión y disminuir el sentido crítico, que es el motor de esa vaina llamada progreso. Pero, el pervertido si detecta dolor de cabeza en su clan, ordena como verdugo, que el –supositorio- lo cura, entonces, sus mujiquitas obedecen con devoción, puesto que en religión primero se cree y luego se ve. ¡Cuidado con la receta de tu líder!
Los Insulsos y los Grandes
Soso aquel líder de experiencia piquetera que reúne a sus secuaces para narrarles un episodio diarreico, mientras la asociación se cae a pedazos por falta de lineamientos que obliguen a generar calidad en servicios y eficiencia sin el despilfarro de los recursos. En lo personal, hace unos años participé en una cooperativa, la misma que formaban una asamblea para guardar un camión en casa de tal o cual asociado. A lo que responde el Francés Cristian Morel, quien afirma en sus impetuosos estudios sociológicos, que las decisiones absurdas están bien enraizadas en los grupitos. Los individuos se adhieren a decisiones colectivas que en lo personal repudiarían.
Pero, no todo es asqueroso, porque de grandes corporaciones tenemos el ejemplo. Walter Shipley, de CITIBANK, asegura: tenemos 68.000 empleados y con una empresa de tal magnitud no estoy manejando el negocio yo solo. Mi tarea es, crear un clima factible para que todos logren apoyarse mutuamente más allá de sus capacidades propias, y que es señal de fuerza comunicarle a la gente lo valiosos que son. Cuando incluimos a todos y les hacemos saber que necesitamos su ayuda, añades valor de pertenencia y trasciendes sobre tu persona y todos se sientan ganadores, con sus debidos incentivos, y, sin evocar el mesías con sus paraísos ideales. ¡Sorpréndase! Esta es la nueva forma de mandar.
¿Y quienes Ganan Entonces?
En toda manipulación uno gana y otro pierde. Ganan cuando todos se van contentos, sin olvidar que la alegría de unos no tiene por qué significar la desgracia de otros. Ganan los que tienen un adalid que dice: “Este instante es crucial porque entramos en tal existencia”. Así nace un jefe cuando logra darle vida a la realidad en la que vamos a incursionar con sentido de existencia y no de muerte, debido que sabe integrar el caos, el desorden la confusión y la ignorancia de sus simpatizantes. Tiempo, respeto, buen interés, sensibilidad y contacto son haberes de un líder que se gana el corazón de cerquita sin vivir rumbeando en viajes ideales.